Terapia de Pareja ¿Cómo saber si la necesita?

Actualmente las parejas enfrentan una serie de situaciones de estrés, que desencadenan una serie de problemas, la convivencia es un proceso un poco complicado, y a medida que el tiempo transcurre se va originando un desgaste, producto de esa convivencia.

Y producto también de todos los cambios personales externos que, se van dando en la vida de cualquier pareja, y que van afectando esa convivencia; las parejas deben ir adaptándose a esos cambios, y para ello utilizan los recursos que tienen a la mano para ir adaptándose a esa convivencia.

Cuando esos recursos fallan o no son suficientes, comienzan a surgir los conflictos, que generan conflicto y un malestar emocional para los individuos protagonistas de la relación; en este momento es cuando toma gran importancia la Terapia de pareja.

Una vez que ya se ha tomado la decisión de acudir con un profesional en el área, que nos ayude a encontrar soluciones a nuestros conflictos dentro de la relación, acudimos a una Terapia de pareja, que es un recurso muy utilizado actualmente, aunque así no lo parezca.

¿Cómo saber si necesito Terapia de pareja?  

Las parejas suelen esperar mucho tiempo antes de tomar la decisión de acudir a un especialista, día tras día van arrastrando consigo los problemas maritales, lo que provoca el deterioro de la relación; de allí radica la importancia de tomar acciones a tiempo.

A continuación te indicamos algunas señales claras, que te harán saber si necesitan terapia:

  • Se comunican de manera negativa, el lenguaje está lleno de críticas destructivas, desprecio o actitud defensiva.
  • No se hablan o tienen miedo de hacerlo, la comunicación es casi nula e incluso tiene miedo de hablar para evitar caer en discusiones.
  • Intentos previos por mejorar que han resultado en fracaso, cuando ya han tratado de platicar para mejorar las cosas y no funciona, llevándolos a la frustración y enojo.
  • Se castigan mutuamente dejando de demostrar afecto uno por el otro, sin caricias, besos, atenciones.
  • Se sienten agobiados, motivo de las constantes acusaciones y ofensas de su cónyuge.
  • Tienen vidas separadas, ya no hacen cosas juntos como una pareja, solo se limitan a coexistir en el mismo espacio.
  • El sexo es casi nulo o no existe.
  • Piensa que su pareja es infiel o has pensado en serlo.
  • Se guardan secretos y ya no eres feliz.
  • El trato se torna violento en la relación.

 

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